18 de marzo de 2010

Gestión clínica: Prescripción inducida

Hace unos días, la Fundación Gaspar Casal publicó un libro titulado "Diccionario de Gestión sanitaria para médicos". De una forma sintética pero muy ilustrativa, definen aspectos relacionados con la gestión clínica, una de las áreas más desconocidas del ábrol de competencias del médico de familia.

Dicho libro está disponible de forma gratuita en Internet, así que os lo recomiendo encarecidamente como libro de consulta, ya que cada vez más la práctica clínica se impregna de palabrotas que proceden del mundo de la gestión, así que conviene saber de qué se trata y qué significan vocablos como "contrato de gestión", "coste-utilidad", "procesos asistenciales integrados" y cosas así...

Como aperitivo, os adelanto lo que el diccionario dice sobre una palabra que habréis escichado mil veces: Prescripción inducida.

¡Que os aproveche!

Saludos,


vuestro técnico

Es la prescripción realizada por los médicos del hospital a los
pacientes de alta hospitalaria y a los pacientes no ingresados que atienden en
consultas externas, centros periféricos de especialidades y servicio de
urgencias. Es una prescripción que repercute especialmente a los médicos de
atención primaria, y contribuye al aumento del gasto farmacéutico en este nivel
asistencial. También existe un porcentaje 5% de prescripción inducida
proveniente de la medicina privada y la generada por la
automedicación.


La Administración Sanitaria exige a los médicos de Atención
Primaria mayor implicación en el control del gasto farmacéutico y uso racional
del medicamento, pero estos alegan que la responsabilidad en el coste de las
prescripciones farmacéuticas que se generan en Atención Primaria no es sólo
suya, sino que buena parte de ese coste es fruto de la prescripción inducida
desde otros niveles asistenciales.


Las diversas investigaciones que existen en torno a esta cuestión
destacan que la prescripción inducida es cuantitativa y cualitativamente
relevante y arrojan diferentes porcentajes sobre su prevalencia que oscilan
entre el 24% y el 50%, aunque en pacientes con enfermedades crónicas puede
alcanzar el 77%.


(...)

En general, el gasto generado por la prescripción inducida es mayor
(algunos expertos aseguran que el coste medio por receta es un 25 por ciento más
caro), probablemente por la utilización que hacen los especialistas de fármacos
más innovadores y, por lo tanto, más caros.

2 comentarios:

Antonio G. Ch. dijo...

Años intentando ser racional y basado-en-la-evidencia, intentando convencer a propios y ajenos de que hay medicamentos con potencial "C", que no aportan nada o casi nada a lo ya disponible... y años recetando medicamentos novísimos con escasos estudios... con informes de hospital, que cambian... ahora... IECAs o ARA-II por aliskiren, risperidona por paliperidona (ojo 150 euros/caja), atorvastatina o sus primas por rosuvastatina, olanzapina por aripiprazol, y ojo al dato... que se nos vienen nuevos anti-H1, nuevos antiasmáticos... y nuevos anti-comiciales-sirven-para-todo.
Gracias por el enlace con el libro de gestión.
Un saludo.

Técnico Docente UD Plasencia dijo...

Gracias, Antonio.
Son muchos los años, sí, y muchas generaciones de profesionales los implicados en la reivindicación del sentido común, en esto o en muchas otras cosas. Pero parece que en los últimos años la presión ejercida desde diversos agentes, sobre todo la industria farmacéutica pero a veces incluso los propios compañeros del otro nivel asistencial o incluso con la connivencia de la propia administración, hace que esta batalla de la impresión que estemos perdiéndola.
Frente a ellos tenemos que seguir trabajando con la herramientas que tenemos, básicamente la lectura crítica no sólo de la literatura, sino de la situación del sistema sanitaria, y de nuestro propio papel en él.
Seguiremos ahí, cada uno desde su puesto, no?
Gracias, un abrazo!